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Fueron 45 minutos después que el ex integrante de RBD llegó de sus ensayos, en el Teatro Juares, para compartir segundos de su tiempo. Relajado y tranquilo se presentó de pantalón claro y franela de algodón para saludar eufóricamente y beber un prolongado sorbo de agua. Se sentó en el extremo derecho de la mesa. Su cabello dorado se reflejaba en la blanca piel. Estaba sorprendido del recibimiento de sus fans en el Aeropuerto Internacional Jacinto Lara, “tenían pancartas con mi nombre y eso me emocionó”.
Sus cejas levantadas dieron paso a una sonrisa pícara para afirmar que vino a dar una probadita de su nuevo trabajo. El pasado 2 de junio necesitaba componerse para su presentación en un certamen de belleza. Por ello, no dudó en pedir nuevamente un menú criollo, similar al que probó hace dos años, cuando vino junto a sus amigos rebeldes, en el Lara Top Festival. “Me desayuné con unos huevos revueltos y carne cebada (mechada) y la arepita que no podía faltar, aunque sólo una”, asiente el joven protagonista de Kdabra, serie de Fox TeleColombia, al tiempo que movía sus manos constantemente. Aunque no hace dieta, está pendiente de comer sano; también cumple con una rutina de ejercicios. Es de hablar fijamente a su interlocutor, sin que otro elemento lo distraiga; no teme a expresar lo que siente y crea un ambiente de confianza.
Nada frío
Christopher no da vueltas para expresar lo que siente. Se torna pensativo, como si buscara en su mente la palabra perfecta, entre los recuerdos de cientos de conciertos y países visitados. Algunas personas lo han tildado de ser frío, pero él reflexivamente menciona que del grupo -RBD- era el más callado: “No soy de conversar mucho pero cuando me enamoro soy entregado”. Aún no está bajo el hechizo de nadie pero deja claro que “las puertas están abiertas”, y las venezolanas no pasaron desapercibidas. “Las chicas son hermosas, hay referentes y mis miradas se han desviado”, dice sonro- jado.
A los segundos de permanecer analítico confiesa tener tres armas que lo hacen único, “energía, entusiasmo y sentimentalismo”, las mismas que inyectó para el disco que lanzará el próximo mes. Su producción y las grabaciones como ‘Luca’, lo han tenido ocupado las 24 horas del día. En él presenta un compilado de sonidos que define ‘multiculturales’. Aunque todo abarca un concepto general, cada canción, como Vivir soñando, tiene su esencia y “juntas forman un rompecabezas”. Mezcolanza anímica Von Uckermann desea descansar antes de dar su concierto. Las fanáticas aclaman su nombre desde el exterior del restaurant.
Esa euforia que vive en el terruño larense le recuerda que los mejores momentos, “deben ser captados eternamente en la memoria”. Su mánager indica que sólo queda un minuto de conversación. Él guiña el ojo para continuar pero se conglomera la gente, cerca de la piscina. En la mañana quiso ejercitarse aunque fue ‘imposible’ entre poses para fotos y autógrafos. Con tantos viajes y nuevas experiencias tiene presente dos instantes de su vida como la visita de sus abuelos en Suecia, cinco años atrás y el concierto que hizo junto a sus “panas” en el estadio Maracaná, en Río de Janeiro, Brasil, que lo hace suspirar, antes de levantarse de la mesa. Es allí cuando regresa a su principio, el mismo que hizo hincapié hace tres meses, cuando conversó para la publicación de Estampas Larense, el 23 de mayo: Ser él donde esté, siempre natural. Esa es la carta que tiene bajo la manga.
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